Muchas veces ser rutinario en las posiciones sexuales nos hace mantener una sexualidad aburrida que termina por ser un trámite más que mantiene la pareja, dejando de lado, el verdadero acto de amor goce y placer de sus integrantes, es por eso que variar de vez en cuando puede tener muchos beneficios.
Como pauta principal, variar las posiciones sexuales, puede resultar un verdadero condimento para incentivar a la pareja, aprendiendo en lenguaje de la comunicación corporal, mediante juegos caricias y descubriendo nuevas zonas erógenas más allá de las genitales, utilizando todos los sentidos.
Muchas posiciones a veces parecen imposibles o difíciles de poner en práctica y muchas otras resultan agotadoras si se mantienen por tiempo prolongado, pero ahí juega principalmente la imaginación de los integrantes para cambiar a otra posición, cambiar el rol de quién está más activo y permitir relajarse, gozando mutuamente.
Cuando las mujeres en algunas posiciones sienten dolor durante la penetración al cambiar de posición se puede lograr sentir alivio y seguir disfrutando, como así también aquellos hombres que son eyaculadores precoces, al parar de alguna manera el juego y realizar un intervalo para cambiar de posición, esto puede favorecer el tiempo que mantienen sus erecciones.
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